Wednesday, August 19, 2015

Orar por el deseo de Dios

John Kenneth Gibson

15 de agosto 2015

El Buen Pastor, Durham NC

Leccionario Año B, Propio 15, 1 Reyes 2:10-12; 3:3-14


Yo estaba cansado por la noche del domingo.  El fin de semana pasado estaba muy ocupado con la pintura de mi iglesia en Clayton, las misas y una reunión del consejo pastoral.  Por eso, decidí relejarme y ver la televisión.   Cuando no puedo encontrar algo de interés en los canales, empecé ver el principio del serie Falling Skies, La caída del cielo, por Amazon Fire, desde que no he visto nunca.  El programa es sobre la resistencia humana contra una invasión extraterrestre.   En realidad yo tenía poco interés hasta que un personaje empecer discutir su fe.[1]


La chica latina Lourdes Delgado dijo que había orado en una iglesia episcopal porque, en sus palabras, es casi católica, su denominación. Otra chica en la resistencia contra los extraterrestres dijo que la próxima vez Lourdes debería pedir a Dios por un operacional B-2 bombardero con bombas nucleares.  Lourdes respondió, “No oro a Dios para darme cosas. No pienso que funcione en esta manera.  Yo pido a Dios mostrarme que puedo hacer por él.”


Era un momento profundo para mí, porque la verdad es que en general pido a Dios dar cosas para mí, mis familiares y mis amigos.  Tal vez usted ora en la misma manera.  Según una encuesta de 2014 de LifeWay, 82% ora por su familia y sus amigos, 72% ora por sus problemas y sus dificultades, y 52% ora por su prosperidad futura.[2]   En general, oramos por nosotros, por nuestros problemas, nuestra familia y nuestros amigos.


La primera lectura nos muestra cómo podemos enfocarnos más en Dios en lugar de nosotros.  Paradójicamente, cuando lo hacemos, experimentamos el poder de Dios más en nuestras vidas y hacemos una diferencia mayor en el mundo.


El contexto de la primera lectura es una lucha por el trono de Israel.  Aunque parece de nuestra lectura cortada que la transición del poder de David a Salomón fue suave, cuando leemos el resto de esta parte de la Biblia, sabemos que Salomón y su madre Betsabé habían ganado una batalla sangrienta contra otros pretendientes.


El desarrollo de la primera lectura es complicado.  Hay varias influencias con agendas diferentes, según académicos bíblicos.[3]  La historia originalmente parece ha sido una parte de la legitimación de Salomón que no era el mayor hijo de David que en ese tiempo habría sido el rey por derecho.  Aunque en nuestra lectura Salomón parece desinteresado por completo, tenía un autointerés en la diseminación de esa historia para legitimar su reino por la bendición de Dios en su sueño.  Es importante recordar que en el antiguo mundo, como en nuestro mundo, las personas poderosas tenían la riqueza y los medios publicar su mensaje por su interés.  Sabemos de otras historias similares en el antiguo mundo de la divina legitimación del poder real.


A pesar de todo, cuando Dios pidió a Salomón que don quería, el rey respondió “un corazón atento para gobernar a tu pueblo”(1 Reyes 3:9).   Un corazón a los antiguos hebreos significó no solamente el asiento de las emociones, como para nosotros, pero también el asiento de los conocimientos o la mente.  Salomón quería la sabiduría para gobernar bien.  Salomón puso su pueblo antes sus intereses en las riquezas, la larga vida o su éxito contra sus enemigos.  Es obvio que Salomón tenía un autointerés en el buen gobierno.  Todavía el punto es que eligió el bien de su pueblo primero.


Esta semana vi Answered Prayers, Oraciones Contestadas.  El programa en el canal TLS es las historias de oraciones contestadas reales.  En el principio del capítulo hay una historia horrífica de la familia de Gillis en Henryville, Indiana.  Un tornado con los vientos de 185 millas por hora golpeó su hogar.  La familia con mantas y almohadas estaba amontada en el armario central de la casa.  Los niños llevaban cascos de bicicleta.  El tornado recogió la casa y la tiró 300 metros por el aire, dando vueltas.  La madre Trish oró mientras sus niños escaparon de sus manos.  “Dios, por favor cuides a mis bebes”.


Después de la caída, el padre Darrell se levantó primero.  Encontró su mujer fijado bajo un gran pedazo de madera que el hombre no podía mover.  Cuando Trish se despertó, pidió a sus niños que yacían inmóviles cerca.  Gradualmente, ellos se hicieron moverse.  Con la amenaza de otra tormenta, ella suplicó a su marido tomar sus hijos a la seguridad.  Aunque no quería, finalmente fue con ellos.  Mientras se tambalearon, vimos dos hombres: un abuelo Dale Doty y su nieto Cody.  Dale y Cody habían manejado en su camioneta a ayudar otras personas en el pueblo destrozado.  Dale escuchó una voz dentro manejar por esta calle ver si alguien necesitaba ayuda.  Ellos no podían manejar más debido a los cables eléctricos y un gran árbol en la calle.  Darrell herido no podía caminar más y cayo.  En ese momento, Darell y Dale, que estaba buscado a sobrevivientes, se vieron.  Dale corrió a Darrell que dijo, “Ayude mi mujer”.  Dale y Cody la encontraron, removieron la gran madera y la tomaron al hospital.  Trish sufrió una pelvis reventada y Darrell costillas rotas y un pinchazo en su pulmón pero ellos sobrevivían la destrucción.


Yo tenía una experiencia similar a Dale Doty aunque mucho menos impresionante e importante.  Cuando era estudiante en la Universidad de Carolina del Norte – Chapel Hill, estaba manejando mi VW Superbeetle a mi departamento de la casa paternal en Mebane, Carolina del Norte.  En la calle de Weaver Dairy, tenía un sentimiento hacer algo por Dios.  Después una oración corta, tenía otro sentimiento visitar el sacerdote jubilado Will y Margaret Henderson en Carol Woods en la calle de Weaver Dairy.  Will había sido un sacerdote en mi iglesia en Roanoke, Virginia, cuando yo era adolescente.  Casi inmediatamente después de mi entrada en el departamento, Margaret recibió un llamado de Will, cuyo coche había roto afuera de Chapel Hill.  Fui a recogerlo.  El momento todavía me impresiona no por mi hecho pero por el hecho de Dios.


Cuando pedimos que podemos hacer lo algo por Dios, podemos hacer una diferencia en otras vidas.   La verdad es que cada oración de cualquier tipo  es buena porque nos abre a Dios.  También, todos somos imperfectos como Salomón.[4]  Tenemos motivos mixtos.   A pesar de todo, cuando pedimos hacer lo que Dios quiere en lugar de solamente lo que queremos, podemos hacer más por Dios y experimentar Dios más en nuestras vidas.


Esta semana, cada día, pide a Dios que le muestre que usted puede hacer por él.  Yo no sé si será algo grande o pequeño, pero yo sé, si lo hace, usted hará algo impresionante y memorable en su vida y la vida de otra persona.


[1] Greg Beeman, dir., “The Armory,” Falling Skies, June 19, 2011, TNThttp://www.tntdrama.com/shows/falling-skies/season-1/episode-2/the-armory.html.

[2] LifeWay Research, American Prayer Practices, October 1, 2014, http://www.lifewayresearch.com/files/2014/09/American-Prayer-Practices.pdf.

[3] Howard discute la influencia deuteronomistica. Cameron B.R. Howard, “Commentary on 1 Kings 2:10-12; 3:3-14”, Working Preacher, August 19, 2012, https://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=1358.

[4] Kathryn M. Schifferdecker, “Commentary on 1 Kings 2:10-12; 3:3-14”, Working Preacher, August 16, 2009, https://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=363.

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